El Acompañamiento Terapéutico es un dispositivo que se suma como recurso terapéutico al tratamiento psiquiátrico /psicológico de un sujeto en situación de padecimiento psíquico. Surge con el sentido de promover una presencia profesional en la cotidianeidad de un paciente como “intervención en situación” donde los dispositivos terapéuticos tradicionales no logran acceder.

El recurso del Acompañamiento Terapéutico ha sido una de las respuestas generadas a partir de la promoción de dispositivos comunitarios en el marco de la transformación de las prácticas en salud mental. Es una función clínica capaz de insertarse en la cotidianeidad de los asistidos, con capacidad para operar como nexo entre un sujeto en proceso de reinserción y el otro social. La inclusión de un dispositivo de AT ofrece un universo relacional donde comienzan a jugarse diversas situaciones de orden social en un ambiente cuidado, con lógica y ética clínica.

AGORA es un Equipo de Acompañantes Terapéuticos integrado por profesionales con formación universitaria en Salud Mental, un equipo de coordinadores con amplia experiencia en la disciplina y un espacio de reunión semanal para la discusión y supervisión de los casos.

El Equipo AGORA aborda la práctica del Acompañamiento Terapéutico con un sentido clínico, haciendo hincapié sobre el padecimiento de un sujeto y su entorno familiar y tomando como horizonte la integración social del paciente psiquiátrico.

Acompañar un sujeto en el recorrido hacia una externación psiquiátrica o bien la apuesta por evitar dicha internación, implica un trabajo de inclusión progresiva del sujeto en su entorno familiar y social, en su rutina, actividades e intereses. El principio ético de nuestra labor encuentra su razón en el enfoque interdisciplinario, promoviendo un trabajo conjunto, bajo la dirección de los profesionales tratantes.

La especificidad de la práctica del Acompañamiento Terapéutico se define por el trabajo in situ articulando dos ejes fundamentales de la clínica del acompañante: la resocialización (recuperación de los vínculos y armado de redes de contención) y la regulación de hábitos indispensables (alimentación, sueño, medicación, higiene, etc.). Su base es meramente clínica y la dirección de su intervención apunta al atemperamiento del sufrimiento y la angustia subjetiva.

Los modos particulares que toma un Acompañamiento Terapéutico están siempre enmarcados en la dirección del tratamiento psiquiátrico y/o psicoterapéutico a la que el Acompañamiento se articula.